Cada vez es más común la agresión grave de animales a humanos, para conocer algunas causas y herramientas para intervenir frente a esta problemática, conversamos con Omar Robotti, médico veterinario, Diplomado en Etología Clínica quién aseguró que “el problema de la agresión es un problema de salud pública, los colegios profesionales estamos bregando para que se la considere un problema de salud pública”.

La etología clínica es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales, “básicamente es una especialización dentro del área de la medicina veterinaria, donde no hacemos solo lo que hace al diagnóstico sino también a los tratamientos y la prevención de lo que son problemas y patologías de comportamiento” explica Omar y suma que “dentro de las patologías de conducta tenemos las agresiones, ansiedades, fobias, hiperactividad, entre otras”. 

¿Qué determina que un animal sea considerado potencialmente peligroso? 

Frente a esto Omar enfatiza en que no es una cuestión reducible a razas, “no nos gusta estigmatizar las razas porque hay perros que se comportan perfectamente bien”. Además explica que por lo general “las agresiones se dan dentro del contexto domiciliario y lo que pasa es que cuando muerden hacen un daño importante y mucho ruido social, pero no son los que más muerden”.

Asegura que “lo importante es hacer una evaluación de riesgo, para valorar el contexto donde el animal se mueve, el tipo de agresividad, si hubo alguna situación determinante, el tamaño del animal, si hay niños, si hay personas con discapacidad, si hay personas mayores, si hubo alguna fase de amenazas o antecedentes previos, es muy complejo”.

Por otra parte, debemos tener en cuenta que a medida que pasa el tiempo, el comportamiento de los perros cambia. “Se considera que hay un pico madurativo y de agresividad, una jerarquización social territorial después de la pubertad del animal, estos episodios se dan más a partir del año hasta los tres años, no significa que después no se vayan a dar, pero ahí hacen un pico hormonal, conductual, y de jerarquización con la manada familia y cuando hay un conflicto el perro lo va a resolver a través de la evasión o a través del enfrentamiento”.

“El conflicto puede ser algo como retarlo de una manera al perro en un contexto que no es adecuado y cuando la persona responsable del animal no tiene un buen manejo del perro, eso puede ser un detonante para que el perro agreda.”

 ¿Cuando consultar?

“Es importante que las personas que tengan animales, tengan en cuenta que la agresión es un comportamiento normal en los animales, inaceptables en la convivencia por supuesto, pero pasamos primero una fase de amenazas, actitud postural, actitud corporal, el gruñido, la mirada, el maullido, ahí ya me está agrediendo, no necesito que pase la segunda etapa que es consumatoria” para hacer algo al respecto. 

“Tenemos que consultar, cuando el perro empieza a tomar posturas preocupantes, que llaman la atención, que me gruña, que haga un maullido distinto, más allá que hay que hacer un trabajo preventivo, educativo de ese animal”.  

“El rol preventivo del médico veterinario es fundamental, siempre hablamos con los médicos clínicos, que aprovechen la vacunación del cachorro para hacer un asesoramiento conductual a esa persona que tal vez no sabe cómo educar correctamente a ese perro o a ese gato”.   

Perros callejeros

Sobre los animales de la calle, los perros comunitarios, el especialista aseguró que “el instinto del perro es territorializar su espacio” por lo tanto es un problema que no se resuelve sólo con la castración, “no es la salida, porque los perros van a territorializar el espacio, el perro no tiene que estar en la calle básicamente”. 

Si bien existen ordenanzas en diferentes municipios y leyes provinciales específicas para algunas razas de animales, el profesional considera que se deben “poner características conductuales, donde pueden entrar todos los perros” y recalca que los perros comunitarios son un problema del que se deben hacer cargo cada municipio.