La Lucena E.L.C. es un centro de educación ambiental ubicado en las Sierras Chicas de Córdoba, Argentina, con 30 años de trayectoria. Durante los incendios de monte nativo de la semana pasada, el fuego pasó por dentro del predio de la escuela, pero aseguran que no tiene que ver con una continuidad de otros focos, sino que fue un foco puntual e intencional. 

Julio Rojo, docente de La Lucena, en conversación con La Ronda, contó que "es una escuela que recibe colegios mayormente de Buenos Aires, niñes que van desde los 11 años hasta los 15, vienen todas las semanas, todas las semanas se renuevan los contingentes de niñes y en esta escuela desde hace 30 años lo que se hace es educar a campo, que es una forma de educación medioambiental pero también tiene un foco muy importante en lo que son los valores, la convivencia, la sustentabilidad“, y agregó que los chicos y chicas “vienen a conocer el hábitat particular del monte serrano, sus características, pero también vienen a conocerse un poco ellos”.

La Lucena, está ubicada en la localidad de La Pampa, entre La Paz y Ascochinga. En medio de los incendios forestales de la semana pasada, el monte en el que está instalada la escuela, sufrió un incendio y aseguran que fue intencional. 

Sobre el fuego, Julio explicó que “el incendio de acá de la zona de La Lucena, que en realidad es La Pampa, se inicia el jueves, y poco tiene que ver en el sentido estricto de la correlación de un fuego con otro, de que se hubiese propagado un fuego de lo que estaba ocurriendo en sierras chicas, este foco fue muy preciso y partió por el medio de donde está la fundación y transcurrió en el lapso de minutos, el fuego pasó por encima de la reserva, con los vientos que había en ese día, eran fuertísimos”.

En ese momento, “lo único que pudimos hacer fue preservar a baldazos el perímetro de la escuela, la parte edilicia que por suerte se salvó” explica Julio y agrega que el fuego “fue voraz, muy rápido y fue causado por una persona”.

 El personal docente de la escuela se encontraba trabajando con infancias en las orillas del río, “estábamos como todas las semanas trabajando, con niños y niñas en el río, y tuvimos la fortuna de que al río no llegó el fuego, porque siempre podría haber sido una catástrofe, si bien estamos dentro de los protocolos con los que trabajamos siempre y tenemos los roles de incendios claros, los incendios de estas magnitudes son imparables” 

Los chicos y chicas, fueron evacuados y asistidos, “estuvieron bien”. Además, diferentes brigadas trabajaron desde el inicio del fuego hasta estos días, realizando tareas de control ante posibles reinicios. 

“El daño material si se quiere es la pérdida de monte nativo, el daño espiritual es la pérdida de monte nativo, muchísimos árboles que habíamos plantado este año, y desde el incendio voraz del 2013”, manifiesta el docente y recalca que “por delante lo que nos queda a todos es respetar el tiempo y los procesos del monte, a nosotros nos queda seguir haciendo lo que venimos haciendo con más fuerza”.