La intoxicación por monóxido de carbono constituye una de las principales causas de muerte por envenenamiento para todas las edades, tanto en nuestro país como a nivel mundial. El control de los artefactos y la correcta ventilación, claves para evitarlo.
La permanencia en los hogares debido a la pandemia y las bajas temperaturas pueden generar un mayor riesgo potencial de intoxicación por monóxido de carbono. Sobre cómo prevenir una intoxicación opinó para Télam el Dr. Daniel Carlés, coordinador de la sección Neumonología Clínica y Medicina Crítica de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
El monóxido de carbono (CO) constituye una de las principales causas de muerte por envenenamiento para todas las edades, tanto en nuestro país como a nivel mundial. Se trata de un gas tóxico, menos denso que el aire y que se dispersa con facilidad. A su alta toxicidad se suma la peligrosidad de pasar desapercibido, al ser inodoro, incoloro y no irritar las mucosas.
¿Existe un mayor riesgo durante el aislamiento?
Es de esperar que, en circunstancias de aislamiento social debido a la pandemia y con las bajas temperaturas, las personas se encuentren con mayor riesgo potencial de intoxicación.
¿Hay formas de calefaccionar que aumentan el riesgo?
Entre los artefactos que queman gas, los más frecuentemente involucrados en los eventos de intoxicación son: calefones, termotanques, cocinas, hornos y calefactores (estufas infrarrojas, calderas en el interior del domicilio), cuando no están correctamente instalados o la ventilación de los ambientes es escasa. Otras fuentes son los braseros, los hogares a leña, las salamandras (tanto a gas como a leña), las parrillas, las cocinas a leña o carbón y los faroles a gas.
Una vez por año debería realizarse una revisión técnica a través de personal adecuado (gasista matriculado), asimismo se deben revisar los sistemas de ventilación o venteo.
¿Cómo identificar una intoxicación?
Si hay alguna fuente de producción de CO en funcionamiento y comienza a sentir dolor de cabeza y somnolencia debe sospechar de una intoxicación. Los síntomas pueden incluir, además de dolor de cabeza, dolor torácico, confusión o mareos, dificultad para respirar, náuseas/vómitos, cansancio, fatiga, pérdida de conciencia, desmayo o pérdida de conocimiento, alteraciones visuales, convulsiones o coma.
¿Qué hacer si se sospecha de una intoxicación?
Ante la sospecha, apague la estufa y ventile inmediatamente abriendo puertas y ventanas. De ser posible retire al afectado del lugar y llévelo al exterior. Deberá además llamar a su médico, quien debe poder determinar si tiene este problema al observar sus síntomas y hacerle un examen.
En casos graves las personas intoxicadas por CO pueden llegar a precisar tratamiento en el hospital con oxígeno.
¿Cómo reducir las posibilidades de intoxicación por monóxido de carbono?
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