Lorena asegura que no conocía de la existencia de este tipo de harina (hay una escasa producción en el país)  y cuando se enteró acerca de sus propiedades nutricionales en una capacitación decidió comenzar con este emprendimiento. 

En la familia, trabajan en la producción de vino y cuentan con viñedos propios, por lo cual le es más fácil conseguir la materia prima: semillas de uvas. 

El principal beneficio de esta harina, cuenta Lorena, es su propiedad como antioxidante lo cual ayuda a mejorar el funcionamiento celular, la circulación y trae beneficios en el  tratamiento de algunas enfermedades como la diabetes. 

 “Es unos de los alimentos saludables que nos ayudan en esta alimentación. Estamos acostumbrados a los conservantes y esto es algo más sano” 

Lorena lo define como un “proyecto que está partiendo” y aún no desarrolla un trabajo fuerte en la comercialización pero tiene las esperanzas de que el producto siga creciendo y agrandar el mercado. Por el momento lo promociona y difunde en sus redes sociales o en mercado libre, por el cual también realiza envíos. 

“Ojala a futuro se pueda crecer en este producto por todos los beneficios que tiene la uva en sí, aprovechándola al máximo”, concluyó.