La constante suba en el valor de los servicios impulsó a Ladrillera Roggio a invertir u$s 70 mil en un sistema de abastecimiento energético que reemplaza al gas natural por biomasa. Según explicó a La Ronda el responsable administrativo de la firma, Leonardo Sella, el 40% del costo productivo de cada ladrillo corresponde al precio del gas, mientras que la biomasa permite generar energía de manera económica debido a que se trata de residuos industriales -tales como chips de madera o carozos de aceitunas- que muchas empresas venden a bajo precio. 

“Para reducir el costo de producción del ladrillo la idea era dejar de utilizar un combustible gaseoso para empezar a usar uno sólido, comúnmente llamado biomasa, que es muy versátil ya que puede aprovechar cualquier desecho de industria”, afirmó Sella.

A partir de febrero de este año se puso en marcha la renovación del sistema de quema pero, por inconvenientes técnicos y de suministro de madera chipeada, debieron seguir utilizando gas natural para abastecer el 70% del horno: “Se nos fundían unas bóvedas y lo emparchamos, por decir de alguna manera, para no tener que parar la fábrica. En febrero volvimos a poner gas y con ese arreglo pudimos utilizar el 30% de biomasa", indicó. 

Frente a la caída de las ventas en el rubro de la construcción, el pasado 8 de julio Ladrillera Roggio suspendió alrededor de veinte operarios abocados a la producción por el plazo de unas semanas. 

“Nos vimos en la obligación de parar porque hay que hacer unos trabajos adentro del horno. Mientras tanto, la fábrica está siguiendo su actividad con el stock que tenemos. Calculamos que la semana que viene estará resuelto, así que la siguiente podría ponerse nuevamente en marcha la fábrica”. 

En cuanto a la situación del personal afectado, Sella aclaró que no hubo conflictividad con el sindicato: “la mayoría de la gente que trabaja acá tiene más de veinte años de antigüedad así que se ha llegado a un acuerdo en buenos términos". En ese sentido, explicó que algunos trabajadores tomaron vacaciones que tenían adeudadas, otros las adelantaron y, finalmente, fueron suspendidos “quienes decidieron tomarlas más adelante”. 

Por último, subrayó que el resto de las áreas, tales como mantenimiento, ventas, comercialización y administración “están funcionando normalmente”.