La reciente extracción de decenas de plátanos centenarios por parte de la municipalidad despertó la pregunta de saber qué va a pasar con este patrimonio cultural de la ciudad en el futuro próximo. Hablamos con Adrián Zapata responsable de la Oficina de Arbolado Urbano que está a cargo del programa permanente de cuidado de los plátanos para obtener algunas respuestas.
Adrian Zapata - Responsable de Arbolado
En las últimas semanas los vecinos y vecinas de Colonia Caroya se encontraron con postales que despertaron curiosidad sobre el futuro de los Plátanos, sello identitario de la ciudad, debido a la extracción de alrededor de 30 árboles centenarios que estaban sin signos vitales o representaban un problema para la infraestructura y seguridad de la ciudadanía.
Estas acciones se realizaron en el marco de la aplicación del Programa Permanente de Cuidado de los Plátanos dependiente de la Oficina de Arbolado Urbano a cargo de Adrián Zapata.
La Av. San Martín, además de ser la principal arteria de la ciudad, es el atractivo turístico más importante atrayendo turistas de distintas regiones y partes del mundo. El origen de los árboles se remontan a principios de siglo XX, precisamente en 1915 está documentado el comienzo de la forestación con más de 2400 árboles. Al día de hoy son más de 13 kilómetros arbolados con mayoría de sus ejemplares ya cumplido su centenario de vida.
Para garantizar la longevidad de los ejemplares, el programa de cuidado estipula un seguimiento ejemplar por ejemplar y, a partir de este monitoreo, se evalúa las medidas a tomar. “El riesgo que tienen se va evaluando árbol por árbol, no se puede decir cuanto tiempo van a estar en la avenida. Son seres vivos, según como va respondiendo pueden ir dañando más o menos”, explicó Zapata haciendo referencia a la posibilidad de una modificación en el paisaje de la ciudad. “No es que la avenida va tener una fecha de caducidad y vamos a tener que extraer todos los arboles”, manifestó despejando cualquier preocupación.
Según explicó el funcionario, los árboles van a ir siendo progresivamente cambiados con ejemplares jóvenes que tienen entre 15 a 25 años a la hora de ser plantados. “Lo ideal es ir progresivamente y no parar nunca de acá y todas las gestiones que vayan a venir. en el tiempo van a quedar poca cantidad de árboles para cambiar. No lo podemos hacer en un año varios kilómetros porque eso no es recomendable en ningún sentido”, aseguró Zapata haciendo referencia al impacto visual y social que provocaría un cambio abrupto.
¿Y el resto de los árboles de la ciudad?
Zapata también explicó que los árboles que se extraigan por las obras de cordón cuneta se van a reforestar con los mismos especímenes. También se evaluará si se mantiene la especie o se cambia por alguna más adecuada para el lugar.
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