A la espera de Schiaretti, familias de Malabrigo reclamaron por la falta de agua potable

27/09/2019 | COLONIA CAROYA |

Hace tres días se dio de baja el servicio a la única vivienda que contaba con agua potable y abastecía a las 36 familias del asentamiento de calle 128. Ante la falta de respuesta municipal, madres del barrio organizaron una manifestación para solicitar intervención al gobernador.

Dos realidades se hicieron presentes este 27 de septiembre en Colonia Caroya.
Dos realidades se hicieron presentes este 27 de septiembre en Colonia Caroya.

Rosa, madre de la comunidad de Malabrigo.

Tras el intempestivo cierre de la fábrica de motores MWM esta mañana, el gobernador Juan Schiaretti y autoridades municipales suspendieron su participación en el lanzamiento del Plan Estratégico de Turismo Sostenible 2030. El mismo, tuvo lugar desde las 11hs en bodega Terra Camiare y fue parte de las actividades organizadas para conmemorar el Día Mundial del Turismo.

Frente a la sede del evento, vecinos/as de Malabrigo aguardaban con carteles para reclamar por la suspensión del servicio de agua potable en el asentamiento de calle 128. Lo hicieron con pancartas que recordaban que el 27 de septiembre también se celebra el Día Nacional de los derechos de Niños y Adolescentes, en alusión a los más de 30 infantes del lugar que están privados de este servicio básico desde hace tres días. 

Rosa, una de las madres de la comunidad, ironizó sobre la situación preguntándose: "¿Dónde están los que hablan del respeto del niño si no tienen agua?".


Por otra parte, explicó a La Ronda que la decisión de acudir al gobernador fue ante la falta de respuestas por parte de la Cooperativa de Servicios Públicos y la Municipalidad de Colonia Caroya:

"Nos dejaron olvidados como si fuéramos perros. Somos humanos, no somos perros. Los perros viven mejor que nosotros. Ya estamos cansados de que nuestros hijos no se puedan bañar como se baña cualquier chico. Queremos que Schiaretti nos de una respuesta, aunque sea él como gobernador". 

En julio pasado, el intendente Brandán sostuvo que su Gobierno no podía brindar ayuda a las familias para que se les instalaran los servicios de luz y agua ya que -según sus dichos- los terrenos en cuestión están judicializados por usurpación en Tribunales de Jesús María. Desde aquella manifestación en puertas de la Municipalidad, vecinos y vecinas del barrio no lograron ser recibidos ni por el mandatario ni por referentes del área de Desarrollo Social. 

Luego de casi tres meses, la situación se complejizó aún más con la suspensión del servicio de agua potable a la única canilla que abastecía a las 36 familias del lugar. Frente a la imposibilidad de higienizarse, niños y niñas de la comunidad no asistieron a la escuela esta semana.  

Hasta la suspensión del servicio, las decenas de familias del barrio se abastecían a través de una conexión precaria que partía de la única canilla disponible en los dos terrenos.