La situación de la Biblioteca Popular Sarmiento es por demás crítica. Silvina Lacante, tesorera y miembra de la comisión directiva hace algunos años comentó a La Ronda sobre la situación que atraviesa la biblioteca que, hace un año no puede afrontar los aportes de las dos empleadas que trabajan allí. 

Cuenta Silvina que ambas empleadas trabajan en blanco y bajo el convenio colectivo de comercio, lo cual deben pagar 17 mil de bolsillo por cada una más los aportes que oscilan en los 12 mil mensuales.  A esto hay que sumarle el pago de los servicios y los compras de insumos corrientes. 

La biblioteca cuenta con ingresos mensuales de alrededor de $32000 que surgen del alquiler de la sala “Caminito Serrano” a la Municipalidad de Rio Ceballos por casi 17 mil y las cuotas sociales que alcanzan los $15000. Esta suma está muy por debajo de los gastos corrientes que la entidad cultural afronta que mes a mes continúan incrementándose. 

Actualmente, los subsidios que entrega la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CoNaBiP)  para los gastos corrientes están demorados y en lo que va del 2019 aún no hay novedades sobre los pagos a las bibliotecas. La particularidad de este ingreso es que sólo la mitad puede ser destinada a sueldos y aportes. 

“La situación de este mes en particular ya es terrible, no hemos podido afrontar sueldos por sufrimos un embargo de AFIP de las cuentas bancarias debido a las deudas de aportes y contribuciones”, señaló Silvina y comentó que esperan una moratoria para poder destrabar la situación y que las empleadas puedan contar con, aunque sea, una parte de su sueldo. 

No obstante, la situación no es simple ya que también necesitaran ingresos para cumplir la cuota de la moratoria y los honorarios judiciales.

La Biblioteca lleva 75 años instalada en la localidad de sierras chicas y, para Lacante, si bien hubo momentos delicados en donde había que reestructurar el trabajo, “nunca había estado en una situación tan difícil” en sus últimos 4 años como tesorera. 

“Cuando tuvimos la idea de ser miembros de la comisión de la biblioteca nos planteamos el aporte a la cultura, a la educación y hoy nos encontramos con una tarea completamente diferente: pidiendo por favor que se nos ayude económicamente para poder sostenerla”.