Con fecha del pasado viernes 21 de junio, la nota que el Club Che Guevara presentó al presidente de la Liga notifica la decisión de dar un paso al costado en la competición de fútbol por este año. Los argumentos principales aluden a la crisis económica que atraviesa el país y a sanciones monetarias que recibió la institución por el mal desempeño de ex dirigentes en instancias de torneo. Según la secretaria de la asociación, Mónica Nielsen, dicha situación superó al club en “lo material y lo humano” y obligó a determinar un parate competitivo con el fin de trabajar en el saneamiento de las finanzas. 

A principios de año, Che Guevara debió afrontar una deuda económica por el pago del “Fair Play”, multa que se aplica a los clubes por comportamientos antideportivos e inadecuados de sus miembros. Esta situación debilitó los planes que tenían para esta temporada:  “Comenzamos un año; este 2019, que todos saben enfrentando una terrible deuda económica (pago del Fair Play) por el mal comportamiento de ciertos dirigentes que por su mezquindad moral nos llevaron a enfrentarlas para que los jugadores y jugadoras no quedaran afuera del campeonato, pero no alcanzó, y eso debilitó el trabajo planificado para este 2019” ,dice el comunicado. 

En el último tiempo, comentó Mónica, debieron poner plata “de sus bolsillos” para afrontar el pago del alquiler, árbitros, paramédicos y adicionales ya que no les alcanzaba con los subsidios municipales. En suma el club pagaba $3600 de policías, $2000 de paramédicos, $10000 de árbitros y, en caso de alquilar el estadio  $5500 más, lo que significa un total de $21100 en un domingo de localía. 

Las divisiones del “che” entrenaban en un predio que les cedía la Sociedad Rural de Jesús María, mientras que para muchas fechas en las que les correspondía la localía debieron alquilar estadios a otros clubes como Agraria, Colón o Alianza. A su vez, la compleja situación monetaria del club está acompañada de las dificultades que implica mantener un espacio donde no se cobra cuota social a ninguno/a de sus miembros. 

Durante 13 años, la institución deportiva trabajó para cambiar la mirada del fútbol, pensándolo desde su función social y dejando de lado su faceta más resultadista: “Es muy difícil integrar una liga que se ha vuelto muy competitiva y no tener el aval de la gente que va a ver su club si está ganando”  señaló la ex presidenta y actal secretaria de la institución. 

“No vendemos jugadores, ningún jugador tiene precio, cuando un jugador se quiere ir se va. No son propiedad del club los chicos, son libres. Son muchas cosas, de la filosofía que uno tiene que no están dentro del sistema. Ningún chico vale diez -pelotas de- fútbol ni un millón de dólares”, agregó.  

El futuro

“Queremos sí volver, pero con la idea del proyecto fortalecido” expresa el comunicado.  Al respecto, Nielsen agregó: “Vamos a reprogramar el club con la filosofía que se fundó 13 años atrás. Los que quieren seguir vamos a decir ´nos formemos como dirigentes, nos formemos con el pensamiento del che´” y aseguró que hay gente que quiere continuar trabajando con miras al 2020. 

Hasta diciembre es el plazo para no participar y es el tiempo que el club tiene para re organizarse. No obstante, la dirigente anticipó que van a seguir trabajando en actividades sociales y que “no van a parar en ese sentido”