Semanas atrás, la familia Díaz no imaginaba posible contar con un hogar donde vivir. En Córdoba, Elio era vendedor ambulante y recorría las calles con medias, calzoncillos o cubanitos en busca de dinero para comprar comida. Desde su llegada a la zona, vecinos y vecinas de la comunidad de Malabrigo les alquilaron una piecita por mil pesos y brindaron trabajo al joven para empezar a salir adelante limpiando terrenos.

“Estábamos en situación de calle hacía casi ocho meses en plaza San Martín de Córdoba Capital y conocí una persona de Colonia Caroya que dio un techo, me trajo para acá y brindó un terreno para el día de mañana pueda tener mi casita (…) La gente es demasiado buena, demasiado solidaria, todos te ayudan en todo lo que pueden. Gente humilde, gente que te brinda trabajo”, afirmó el hombre de 24 años.

Sinceramente pensé que la íbamos a pasar en la calle y mis hijos no iban a poder disfrutar nada. Pero yo estando en la calle moneda que hago, moneda que es para la comida. No podemos salir nunca de la calle. Elio Javier Díaz.

De parte del Estado, los Díaz sólo cuentan con dos Asignaciones Universales por Hijo de entre $3000 y $3500 en total con los que afrontan parte de sus gastos cotidianos: “A nosotros nos dura dos días –el dinero de las Asignaciones- porque pagamos el alquiler y compramos mercadería para los chicos y ya no tenemos más plata (…) Hay que cuidar a los chicos porque están caros los remedios pero frío no pasamos y gracias a Dios hambre tampoco”, explicó.