Alejandra es maestra jardinera de Colonia Caroya, padece fibromialgia y gracias al cannabis medicinal logró mejorar su calidad de vida.
La marihuana al servicio de la salud
Alejandra Visintini es maestra jardinera de Colonia Caroya y padece fibromialgia, una enfermedad que produce fuertes dolores musculoesqueléticos, de carácter progresivo y según Alejandra “bastante limitante” para desarrollar las actividades cotidianas. Al tratarse de una afección crónica incurable, la medicina tradicional sólo provee paliativos para los fuertes dolores musculares.
“Hay días en que no podes hacer absolutamente nada, incluso te duele el contacto de la ropa con la piel”, relató a este medio Alejandra, quien en el año 2011 fue diagnosticada con la enfermedad y desde entonces se medicó con anticonvulsivos y pastillas para dormir. “Llega un punto donde vos decís ¿Cómo voy a seguir? Porque incluso levantarte de la cama es un problema”, agregó.
Hace dos años Visintín comenzó a utilizar aceite de cannabis para combatir la fibromialgia. En su experiencia personal, la marihuana medicinal no sólo representó una"solución mágica” para los dolores sino un cambio radical en su vida diaria ya que volvió a ser “una persona sumamente activa”, aseguró.
“El trabajo que yo tengo implica movimiento, que me agache, que me levante que vaya, venga y no lo podía hacer. Hace bastantes años que no podía sentarme en el piso y ahora lo hago”, confesó sobre cómo la nueva terapia influyó en su trabajo en los jardines.
El acceso al cannabis
En el país aún no está reglamentado el uso de cannabis medicinal lo que significa un problema a la hora de conseguir el aceite. En ese sentido, Alejandra ironizó sobre la situación ilegal que implica muchas veces conseguirlo para medicarse y sostuvo que el costo de los tratamientos con pastillas es muy elevado. “En mi caso gasto lo mismo que gastaba con la medicina tradicional con obra social”.
Los prejuicios de la sociedad
El consumo de la marihuana está mal visto en seno de la sociedad, ante esto cuando las personas cuentan que utilizan el cannabis como parte del tratamiento de una enfermedad siguen teniendo prejuicios: “Cuando hay algo que no conoces lo que hay que hacer es informarse ya sea para apoyarlo o para no apoyarlo (…) ahora internet te vincula a un montón de información a la cual podes acceder y hablar sabiendo, teniendo una base”, concluyó.
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