Editorial: El derecho a pensar libremente

29/03/2019 | GÉNEROS |

En el programa de este viernes de No Nos Da Lo Mismo se puntualizaron algunas reflexiones sobre el debate que se abrió en el marco de las actividades "por la vida" que organizó el colegio del Huerto. Poner a los niños/as en el centro de la escena en tanto sujetos de derechos es clave para comprender que hay libertades que están siendo vulneradas.

Editorial No Nos Da Lo Mismo, viernes 29/03

Entre algunos de los argumentos que surgieron en torno a la propuesta de la institución de “celebrar la semana del niño por nacer”, se trataron cuestiones entre las que sobresalió el posicionamiento ideológico de las escuelas católicas frente a la legalización del aborto. En ese sentido, algunas opiniones sostuvieron que es “de esperar” que un colegio religioso lleve a cabo acciones para instalar su cosmovisión frente a este tema de agenda pública en la realidad nacional. Dicho proceder para muchos/as coherente, ha llevado a algunas personas a justificar que niños, niñas y adolescentes participen de manera activa en la difusión de esas ideas dentro y fuera de esta comunidad educativa, algo que no cuenta con ningún tipo de amparo en las leyes argentinas. 

Otro de los puntos recurrentes fue que padres y madres disponen de la posibilidad de decidir a qué colegio envían a sus hijxs. Aquí es importante destacar que, en general, hay desconocimiento del derecho de alumnos y alumnas a expresar sus deseos y preferencias a la hora de la toma de dicha determinación familiar, la cual pareciera ser potestad exclusiva de tutores. Por ello, resulta necesario aclarar que los derechos de niños, niñas y adolescentes son intransferibles y que ningún padre, madre, institución educativa o estado puede vulnerarlos. Muy por el contrario, su deber y responsabilidad es respetarlos y hacerlos respetar ya que se trata de garantías contempladas en la Constitución Nacional y numerosos Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que fueron anexados a nuestras normas. 

Tampoco se puede dejar de mencionar que la Ley de Educación Sexual Integral fue aprobada y promulgada hace más de doce años y que la mayoría de los colegios del país aún no cumplen con su implementación a pesar de que se trata de una política estatal. De esta manera se priva a millones de jóvenes e infantes de la posibilidad de aprender sobre los cuidados del cuerpo y reflexionar críticamente acerca de la sexualidad, entre muchas otras cosas que la normativa garantiza. 

Es así que la voluntad de los directivos de Nuestra señora del Huerto de expresar su ideología, al ser impuesta a toda la comunidad educativa, vulnera el derecho de sus estudiantes de pensar libremente y elaborar sus propias reflexiones a partir de informaciones certeras. 


Etiquetas: Aborto Nuestra Señora del Huerto Editorial