El día lunes se conoció que la empresa de transporte ERSA despidió a 50 choferes que se desempeñaban en los recorridos interurbanos. Esta medida, asegura Ana Julia Capuccino, vocera de la empresa, deriva de la suspensión de servicios que no superan el 30% de la capacidad de los choches lo que produce un “excedente de recursos humanos”.

Desde la empresa hacen hincapié en que el “contexto actual”, signado por un excesivo incremento de los insumos y los altos costos operacionales, la extraordinaria disminución de ingresos y la quita de subsidios que permitan mantener la operatividad del sistema, obliga a las empresas de transporte a “repensar las operaciones y diseñar nuevas estrategias orientadas a conservar el equilibrio del sistema, que nos permita continuar con la prestación del servicio preservando la mayor cantidad de fuentes laborales posibles”.  

La situación afecta específicamente al sistema interurbano, y luego de los cambios, desde la empresa confirman que el servicio está circulando con normalidad.