Los llamados “golpes blandos” contra gobiernos progresistas en el siglo XXI son aquellos que utilizan un conjunto de técnicas no frontales, de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar a un gobierno y causar su caída, sin que parezca que ha sido consecuencia de la acción de otro poder. 

En ocasiones este tipo de golpe se relaciona con el llamado “lawfare”, es decir, una especie de “guerra judicial”, cuando la desestabilización o derrocamiento del gobierno se realiza mediante mecanismos aparentemente legales.

Patricia Roggio nos propone un recorrido "El intervencionismo norteamericano en América Latina: desde mediados del Siglo XIX, al apoyo a los golpes de Estado en el contexto de la Guerra Fría y la “Doctrina de la Seguridad Nacional" y nos interioriza sobre el papel de Estados Unidos en los Golpes Blandos, analizando los casos de Manuel Zelaya en Honduras (2009), el intento golpista contra Rafael Correa en Ecuador (2010), Fernando Lugo en Paraguay (2012), Dilma Rousseff en Brasil (2016) Evo Morales en Bolivia (2019).